El dueño de la casa se ha impuesto...

Queridos todos:

Cierto, os he tenido un tanto abandonados porque han estado pasando algunas cosas que requerían por desgracia mi completa atención. Algo, que poco a poco, y con la cabeza en frío voy intentando solucionar.

A parte de eso...la nieve paró en Bruselas. No ha ocurrido lo mismo con el frío (yo cada día necesito ponerme más y más capas de ropa para no sentirme congelada).

Dos sucesos han oscurecido por momentos estos dos últimos días en mi vida rutinaria en esta ciudad, y os los paso a relatar.

El primero ocurría ayer...en la que sería una estupenda fiesta Erasmus en Louise Gallery. Hasta que yo quise ir a por mi bolso para pagar unas cervezas lo fue, pero después, no lo fue tanto. Habíamos puesto todos nuestros bolsos y abrigos en un sofá de la discoteca, y cuando yo llegué a coger mi monedero me encontré el percal. Habíamos sido asaltados. Había móviles por el suelo, ropa por el suelo y todos los bolsos abiertos. Lo cierto es que tras el disgusto que nos llevamos en un principio hemos entendido lo estúpida de la situación. Sólo se llevaron monedas y algún que otro billete...pero por ejemplo, mi billete de 10 euros no se lo llevaron, igual es que tan solo querían calderilla. Hemos entendido que debió de ser gente borracha que abrió los bolsos, sacó las carteras (que luego aparecieron tiradas en un lado de la discoteca) y se llevaron monedas para seguir bebiendo. Ni un móvil desaparecido, ni una tarjeta de crédito desaparecida.

El segundo suceso turbio ha ocurrido hoy en una intensa y horrible conversación con el dueño de la casa. Todo viene a raíz de que el martes pasado, antes de ir a Ethnics, todos los portugueses y un español vinieron a beber a casa. Al bajar a la calle a altas horas de la madrugada, debieron hacer tanto ruido los de la primera tanda de bajadas que cuando bajé yo (la última) y estaba a punto de cerrar la puerta, me encuentro al dueño en calzoncillos y camiseta de tirantes diciendome que si es que no teníamos respeto y demás.

El cabreo era claro y yo por supuesto hoy le he pedido disculpas por nuestros amigos que debían ir bien subiditos de alcohol. No ha estado muy amable el hombre y ha empezado a poner límites en la casa. Ahora resulta que para tener visitas hay que avisarle (porque como él decía, "esto no es un hostal!") y que se van a acabar las cenas y reuniones con alcohol de por medio con tanta gente. El marrón que me he comido yo solita por ser la última en bajar ha sido de campeonato.

Esto significa mis amores, que el que se le haya ocurrido la genial idea de venir a verme no será durmiendo aquí. No quiero que el dueño directamente opte por matarme o dejarme vagabundeando en la calle.

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La foto que os dejo hoy representa nuestras usuales cenas (cuando conseguimos coincidir) en nuestra querida cocina. Lo mejor: las conversaciones que quedan encerradas entre 4 paredes y las frases célebres que quedan para el recuerdo.

Y la nieve lo cubrió todo en Bruselas...!!!

Queridos todos:

Este fin de semana ha sido completamente blanco. Nos despertamos todos como niños al mirar por la ventana y descubrir que estaba nevando. Hablábamos por Messenger diciéndonos que había que ir a la calle, que dónde nos reuníamos para pasar un día a lo grande. El lugar elegido sería el Parque del Cinquantenaire, tan visitado en otras ocasiones por mí.

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Eso sí, antes de entrar en el parque, a alguien se le ocurrió una genial idea. ¿Por qué no ir a la sede de la Comisión Europea y hacernos alguna foto divertida? Pues para allá que fuimos y con la idea elegida...hacer el pino en la misma puerta de la Comisión.

Lo primero...que los seguratas no nos vieran haciendo el cabra y la cosa acabara no tan divertida como empezó. Segundo....¿quién hace las fotos si todos estamos haciendo el pino? Vanessa se prestó voluntaria ya que no quería hacer la maniobra con nosotros. Fueron una foto detrás de otra...ahora todos haciendo el pino....ahora unos el pino y otros sujetando los pies...ahora al contrario....

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No os hacéis una idea de lo divertido que fue...pero mejor aún. Por favor, tenéis que ver este vídeo. No os llevará muchos segundos y es una maravilla...Cómo 8 delincuentes ensucian la pared de la Comisión...

http://www.facebook.com/home.php#/video/video.php?v=97198725135

Como dicen los portugueses a todas horas...Brutal!

Después de nuestras hazañas nos fuimos hacia el parque del Cinquantenaire a disfrutar del frío, de la nieve que no terminaba de cuajar y de las fotos.

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La tarde acabó en casa de Stella y Vanessa, punto de reunión portugués-Erasmus, haciendo tortitas caseras y comiendo gofres. Y por supuesto, sin olvidar las partidas de tetris 1 contra 1 y las partidas de voley entre dos bolas de colores.

El domingo, sin embargo, cumplió nuestras expectativas. Todo el día nevando y todo blanco allá donde miraras. Eso también está acompañado del puñetero frío que hacía en la calle, pero nadie se quería quedar en casa, así que todos de nuevo al parque. De nuevo, la noche finalizaba en casa de las dos portuguesas tomando tés, comiendo pizzas y hablando de todo un poco. Por cierto, que Sofía y yo fuimos las pringadas encargadas de tener que ir a buscar las pizzas al Pizza Hut. Se repartió por papelitos y voy yo y cojo mi nombre. ¿Se puede tener más mala suerte?Sin embargo, eso nos sirvió para alimentar otro momento de "conversaciones Erasmus" que tanto nos gustan y tan bien se nos da. La verdad que echaré tanto de menos esos momentos. Como el del otro día, que nos entró un ataque de risa tal que hasta teníamos dolor en los abdominales y no conseguíamos parar. Nos está empezando a entrar a todos la vena nostálgica de que vemos que esto se acaba. Será por ello que nos hemos propuesto hacer más cosas y disfrutar más de los últimos momentos. Pero siempre mejor es no pensarlo. Cuando llegué febrero, lloraremos. Hasta entonces, disfrutemos.

Celebramos el día de la Universidad..

Queridos todos:

Aquí las Universidades se lo montan bien cada vez que organizan un evento. La historia es que saben qué quieren los jóvenes para celebrar cualquier cosa...cerveza, por supuesto.

Nuestra amada ULB celebraba su gran día con los estudiantes con más de 10 camiones llenos de cerveza. Cuando Sofia y yo llegamos, cientos de borrachos se acercaban a los camiones a los que les iban rellenando el vaso. Este dicho vaso se tiene que traer de casa, y todo el mundo se lo cuelga alrededor del cuello gracias a una cuerda. Claro, que esto nosotras no lo sabíamos cuando llegamos.

Nos costó mucho muchísimo encontrar al resto de portugueses entre las masas que andaban de forma no-recta por las aceras. Cuando dimos con ellos, Vanesa tenía un vaso del McDonalds que nos cedió para que comprásemos el pase y bebiésemos hasta que todo se acabara. Sofía y yo, muy monas, compramos nuestro pase a 4 euros cada una y bebimos y bebimos hasta que los camiones bajaron las puertas.

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Pensad que la fiesta comenzó a las 12 de la mañana. Cuando nosotras llegamos a eso de las 4 y algo, había borrachos allá por donde miraras. Gente tumbada en la calle...gritos...bailes....cánticos ininteligibles....y mucha gente meando en cualquier lugar. Con esto me refiero a que nunca vi en mi vida tanto miembro viril en unas solas horas. Esto se debía a que..¿para qué se iban a poner a abrirse la cremallera y mear pegados a una pared si lo podían hacer a dos metros de ti en frente de tu cara? Parecerá increíble, pero así era. Los niños iban soltando líquido en cualquier lugar, pero no solo ellos, las niñas también. Nunca me imaginé que fuese posible encontrarse a tías bajándose los pantalones para una meadita en medio de una concurrida calle. Pues chicos, esto ocurre en el Día de la Universidad.

Las buenas obras tienen recompensa...

Queridos todos:

Al final va a ser cierta la frase. En un corto periodo de tiempo se me han puesto en bandeja varias buenas obras del día. La primera fue estando aquí Santy. Pasamos una larga tarde viendo "Mini-Europe" (que consiste en representaciones en miniatura de los lugares más importantes de Europa) y ya al salir, cuando fuimos ambos al baño, me encontré unas llaves en el suelo. Por supuesto, estas llaves tenían toda la forma de ser del recinto. Pensamos en si pasar y dejarlas allí y hacer como si no las hubiésemos visto, o buscar a alguien que se las pudiera quedar. Nos decantamos por la segunda opción y le entregamos las llaves perdidas a el señor que te entrega las fotitos al final del recorrido. Sí, esas fotos que te obligan a hacerte antes de entrar en el recinto aunque no quieras. Da igual que avises de que no las vas a hacer porque ellos siempre responden: "Pero si son gratuitas, venga colocaros al lado del dinosaurio". El dinosaurio es el logotipo de esta atracción...un pobre hombrecillo disfrazado de "Piecito" (sólo lo entenderán los que en su infancia se hayan tragado "En busca del Valle Encantado") de color naranja, que te agarra de los hombros para la foto y no te puedes ni mover, sólo poner tu mejor cara (no para comprar la foto, si no para que el resto de gente no se ría de tí cuando vayan a recoger las suyas).

Por mi buena obra del día, el señor de las fotos estaba tan agradecido que me regaló un llavero con la foto de Santy, mía y el dinosaurio naranja impresa.

La segunda buena obra tenía lugar hoy mismo pero comenzaba ayer por la noche. Mis amigos de la radio del equipo de Fin de Semana se dejaban caer por Bruselas y allí que nos reencontramos. Después de salir de tomar unas cervezas y en busca de la siguiente fiesta Erasmus, nos encontramos una cartera tirada en el suelo de una solitaria calle. Por supuesto, había sido robada. La abrimos por curiosidad. El pobre atacado era periodista, lo que nos sensibilizó bastante. Ni dinero, ni tarjetas...sólo el DNI y un par de preservativos. (Nos hizo gracia que los ladrones dejaran allí dicho material, será que no lo necesitaban. Con el dinero que habrían robado podrían haber comprado unas cuantas cajas).

La cartera me la quedé yo, pensando en que sería más fácil que encontrara una comisaría de policía algún día de estos. A todo esto, yo pensaba si era correcto aparecer días después con una cartera en la mano y decir que me la había encontrado. ¿Se pensarían que yo la había robado pero que era tan buena gente de devolver al menos el DNI?

El caso es que no me ha hecho falta estar pensando dónde encontrar una comisaría. Esta mañana, dirección a la universidad, me subo al tranvía y me encuentro a un señor agente de la autoridad. Directa me he ido a contarle mi historia y el hombre no me ha mirado como a una sospechosa. Se ha quedado la cartera y él haría que llegase al dueño. Misión cumplida. ¿Mi recompensa? Lo bien que me he sentido haciendo el bien en esta ciudad.

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Y de bien...pasamos a hablar de lo que está mal. Mal están los belgas babeando por las esquinas de los bares como lobos en busca de presas Erasmus. Así pasó anoche. Pocos Erasmus y muchos lobos-belgas. ¿Sería noche de luna llena? La verdad que no me fijé, pero lo que iba a ser una velada de charla entre compis de trabajo se convirtió en una reunión social con unos cuantos belgas queriendo saber de estas nuevas chicas españolas en la ciudad.

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Aventuras en Dinant...

Queridos todos:

Nuestro día ha empezado con Santy revoloteando por la habitación mientras yo intentaba dormir y él no me dejaba. Había pensado, como ya hizo anteriormente Raquel, que mi persona ya había dormido suficiente. Por supuesto, estaba equivocado! Hoy nos disponíamos a hacer una excursión a algún lugar no visitado por los dos. Así, nos hemos ido a Gard Central para elegir frente a las pantallas al lugar al que ir. Finalmente, nos hemos decantado por Dinant. Un amigo ya me había hablado de este pequeño pueblito cerca de la frontera de Francia.

En tren han sido más de hora y media que nos han dado para disfrutar el tiempo con bonitas conversaciones después de tanto tiempo. Al pisar suelo Dinantés hemos descubierto la realidad de este lugar.

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Hay que decir que pequeñito es verdad que es. El tiempo no nos acompañaba demasiado (más bien el día se ha caracterizado por la llovizna que no ha cesado desde que hemos llegado). Sin embargo, la iglesia que posee este pueblo debajo de sus acantilados es bien bonita. Eso, no nos ha defraudado.

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También, hemos querido ver la ciudadela que se levanta encima del acantilado. Sin embargo, un elevado precio y el acceso cortado a las escaleras nos lo han imposibilitado. Pero no nos hemos dado por vencidos. En nuestro afán por descubrir los lugares más recónditos de las ciudades, hemos caminado por las calles hasta que hemos dado con un cartel:

"Si quiere ver las reliquias de la antigua muralla de Dinant, suba por el camino y siga andando 50 metros".

En vista de que no teníamos otra cosa que hacer, hemos seguido el sendero que ha comenzado por esta mini-callecita de escaleras y bosque:

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La subida por las mini y empinadas escaleras era complicado por lo húmedo que estaba todo. Pero peor ha sido la situación cuando las escaleras se han acabado y ha comenzado una cuesta empinada completamente embarrada. Cuando hemos conseguido llegar a la zona boscosa más plana estábamos aquí:

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Entre la niebla, el bosque denso y la soledad absoluta, sólo se oía un ruido seco bastante regular. En un principio ni lo comentamos entre nosotros y seguimos caminando. Sin embargo, justo después de esta foto que veis ha ocurrido el "incidente".

Santy me preguntó que si me había fijado en que hacía rato que no veíamos a nadie, absolutamente a nadie. Yo le dije: "vale, vamos hasta pasada esa montañita, vemos qué hay al otro lado y nos vamos". Cuál fue mi sorpresa cuando me paro mirando al suelo y digo: "Santy, ¿esto es sangre?" Dos grandes goterones de color rojo se hallaban encima de dos hojas en el suelo.....Santy se aproxima....todo queda en silencio menos los golpes secos que se repetían desde hacía rato....Santy dice que no lo sabe, pero que lo mueva...yo con mi bota muevo las hojas y lo que creíamos que era sangre desaparece arrastrado por mi pie....Momento en el que el silencio lo inunda todo y Santy dice, muy tajante: "Esto es sangre.....y está reciente".

Tras descubrir, o creer saber lo que era la mancha sobre las hojas, nos costaron unos segundos para decir "Vámonos de aquí"...

No era tan fácil la cosa. Nos percatamos rápido de que había que volver por el camino embarrado y cuesta abajo. Yo que soy muy pato, y encima las botas no me ayudaban nada porque se resbalaban y el miedo que tenía menos aún. Menos mal que Santy me iba agarrando para ayudarme a bajar de la puñetera montaña.

Mientras descendíamos despacito (pero lo más rápido que podíamos vista la situación) empezamos a atar cabos. "¿Has notado ese ruido que suena todo el rato?¿Te has dado cuenta de que aquí no hay ni Dios y si nos pasa algo estamos en una montaña en mitad de la nada?¿Alguien sabe que estamos en Dinant?"

Finalmente, después de un rato, conseguimos bajar, y dar por finalizada nuestra búsqueda de las reliquias de la muralla. Ahí empezamos a reírnos de nosotros mismos. Pero no se acababa la situación de estrés. Justo minutos después de estar sanos y salvos, casi morimos atropellados por un vehículo debajo de un acantilado detrás de la iglesia.

Mientras caminábamos por mitad de la carretera absortos en las posibles teorías que explicaran dos goterones tan grandes en mitad de un bosque, oímos el sonido de un coche viniendo veloz. Yo llevaba la capucha puesta. Vi a Santy girar la cabeza y con un movimiento rápido volver a su posición. Ahí entendí que algo venía detrás, pero mala suerte la mía que cuando giro la cabeza me encuentro la oscuridad de mi capucha. Sin poder saber qué pasaba, yo quería correr hacia la acera que se encontraba a la derecha (a la izquierda solo había roca). Así me dispuse pero me choqué con Santy que con su mano me empujó hacia la izquierda porque quería salvarme. Sin embargo, yo le veo justo después correr hacia la derecha, o sea, donde estaba la acera. Yo, sin saber qué podía pasar, me pegué a la pared de rocas y abrí los brazos para que nada sobresaliera más de 10 centímetros. Simplemente, iba a pasar un común vehículo no tan rápido como pensaba.

Un señor que venía de frente ha visto el espectáculo que estábamos montando y no podía parar de reír. También nosotros no hemos podido parar de reír durante un buen rato.

Para finalizar el día, quisimos ver unas rocas que aparecían destacadas en un mapa. Ahí nos dimos cuenta que en este pueblo no hay ni una personita. Ni una luz encendida, ni un peatón caminando...nada, sólo la rivera del río y patos. Rápido abandonamos Dinant. Pero es muy chulo, tenéis que ir a verlo!

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Santy sustituye a Raquelcita...

Queridos todos:

En el transcurso de tiempo que Santy lleva aquí conmigo, nos hemos dado cuenta que somos adictos a los juegos de Facebook. La causante de todo fue Raquel, que me introduje en este competitivo mundo, y ahora somos nosotros los que continuamos solos.

Ya son 3 días de estancia, y Santy ya ha podido disfrutar de Bruselas, de las fiestas Erasmus, de mi compañía, de los gofres con chocolate y de las fresas con chocolate. No os equivoquéis, que fresa no es fresón. Gracias al primo de Raquel, Ricardo, yo lo aprendí en Amsterdam. Primero era reticente a probar las fresas que había comprado para nosotras porque me saben muy ácidas, sin embargo, me obligó a probarlas..y menos mal!!! Es una delicia nunca saboreada por mi paladar. Tras mi descubrimiento, le he hecho a Santy que haga lo mismo, y hoy nos hemos merendado una brocheta de fresas con chocolate en el mismo centro de Bruselas. Con chocolate belga hasta las orejas, lo hemos disfrutado como Dios manda.

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El mismo día que el muchacho llegó, pudo volver al mundo Erasmus que ya casi tenía olvidado después de una fiesta Erasmus en una nueva discoteca. Después de relacionarse con portugueses, italianos y polacos , la noche acabó con los españoles.

Para el día siguiente, tocaba recorrido por Bruselas. Por la zona por donde se mueve la gente importante, los del Parlamento Europeo.

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Para la noche...¿qué mejor que una fiesta Americana? Mientras nosotros nos comíamos la cabeza para ir bien disfrazados (encontramos una tienda de disfraces que nos solucionó el problema), cuando llegamos a la fiesta la gente había sido bastante pasota con la vestimenta. Aún así, nosotros lo pasamos muy bien.

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Hoy, estaba programado una bonita visita a algún lugar cercano a Bruselas, pero la hora a la que anoche llegamos a casa y la hora a la que nos levantamos no nos lo han permitido. Sin embargo, hemos podido disfrutar del Atomium y de una exposición en miniatura de los más representativos monumentos de Europa. Pero qué bonita es España! Allí, nos encontramos con El Escorial, la Maestranza, el puerto de Barcelona y la catedral de Santiago.

Os diré algo más, no paramos de comer. Si había perdido peso hace dos semanas, con las últimas visitas me he recuperado con creces. Esta noche, nos hemos liado a comer para que la madre de Santy no se preocupe de que no sabemos prepararnos una buena cena casera.

Adiós pequeña...

Queridos todos:

Faltan apenas unas horas para que Raquelcita abandone mi particular hogar y vuelva a los brazos de su niño. Han sido días muy divertidos y sin parar ni un segundo. A mí me ha hecho muy muy bien tenerla por aquí y creo que ella lo ha disfrutado bastante. Aquí os dejo una primera parte de su visita, los primeros días paseando por Bélgica.

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Raquel ya está aquí..

Queridos todos:

Raquel ha puesto sus despintadas uñas en Bruselas con el objetivo de sacarme a pasear y andar mucho, de darme conversaciones inteligentes y curiosas, de ampliar nuestros conocimientos sexuales mediante la gran inestimable ayuda de google, de engordarme hasta decir basta, y de por supuesto, emborracharme.

Todos los objetivos propuestos hasta ahora están en fase de cumplimiento. Yo, por mi parte, he conseguido que amplíe sus conocimientos geográficos e históricos sobre una ciudad llamada Bruselas.

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Llegó dos horas tarde a su lugar de destino. El problema había sido que el avión no pudo aterrizar en el aeropuerto indicado, pero ella no se percató hasta que bajó del avión después de varias horas durmiendo y se le ocurrió preguntar dónde narices estaba.

Fue un primer día de dormir y caminar por las céntricas calles en la fría noche. Como buena consejera, me estuvo aguantando durante horas hablar y hablar, pero yo la escucho cada día relatarme lo que hace o deja de hacer el pequeño Carlo.

En la noche, unas cervezas, unos gofres típicos y una buena película.

Para el segundo día, la tenía destinado un paseo por la zona más europea de la ciudad. El Parlamento, Comisión y Consejo nos esperaban....incluso las cámaras de televisión española. Como niñas, nos hicimos magníficas y artísticas fotos en los distintos parques que visitamos, para acabar en el Átomo.

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La noche se planteaba mejor aún. Fue nuestro momento de ampliar los conocimientos en varios ámbitos con la ayuda del vino y la cerveza. Ya con el objetivo conseguido, quedamos con Javi y Joana para ir a la siguiente fiesta Erasmus. Cuál fue mi sorpresa al descubrir que el pequeño Javi me había comprado una enorme bolsa de golosinas para que me animara. ¿Qué no se puede curar con golosinas?

La noche resultó gratamente divertida, sobre todo porque las cervezas no dejaban de pasar por nuestras manos.

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Hoy ha tocado Amberes. Hemos caminado y caminado hasta acabar agotadas tiradas en la cama. No es momento de salir hoy, pero las cervezas correrán a nuestra cuenta en mi habitación. Mañana, Amsterdam nos recibirá con los brazos bien abiertos.

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No pudimos ni despedirnos de ella

Querido todos:

Hoy esta casa ha sufrido una gran pérdida. Ha sido un momento muy duro...Chiara nos ha dado la noticia, justo antes de empezar la cena. Hemos perdido a nuestra gran amiga mozzarela.

Vosotros no lo podéis entender, pero ella siempre estaba allí, en la puerta de la nevera, allí llevaba meses haciéndonos compañía...siendo protagonista principal de algunas de nuestras conversaciones....

Fueran tantas veces que alguna de nosotras preguntaba...¿de quién narices es esa mozzarela caducada en la nevera? Tantas veces...que la admitimos como una más en la casa.

Nadie se atrevía, después de tanto tiempo, a arrojarla a la basura imaginando su horrible final. Ninguna estábamos preparadas para ello.

Hoy...nuestra amiga ya no estaba más en la nevera...alguna asesina había decidido por ella su futuro. Así sin más, sin preguntarla...Sin poderse despedir de nosotras...

Dios! Ni siquiera la habíamos puesto nombre! Ha sido un momento de silencio por nuestra amiga...la que ya no estará más saludándonos desde la puerta de la nevera. Siempre recordaré con cariño cuando llegaba de la compra y no tenía espacio para poner mis cosas...siempre me acordaba negativamente de la mozzarela caducada...pero nunca fui capaz de moverla siquiera...ya era un símbolo de nuestra casa.

Bien, como veis, vuelve la vida normal a Bruselas. Será que ya estoy calmada y tranquila aunque con la cabeza perdida aún buscando qué camino tengo que elegir ahora...ahora tendré que decidir sola...sin mi compañera caducada.

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¿Lo que se quiere hacer? o ¿Lo que se debe hacer?

Queridos todos:

Tengo la bola de fuego en mis manos en este momento. Después de todo lo que ha pasado, ahora pasa a mí la bola de fuego que me quema y hace daño en las manos. La decisión de qué hacer con ella, si mantenerla agarrada o lanzarla a la nada, es ahora mía.

Es una decisión que parece tener dos caminos, pero no es nada fácil de tomar. Hoy me toca preguntarme qué quiero hacer con la bola de fuego en contraposición con qué debo hacer con ella. Creo saber la respuesta para ambas preguntas pero van en diferentes direcciones y totalmente opuestas. Entonces...lo que debo decidir será entre lo que quiero hacer y lo que debo hacer. La primera es fácil de responder, al fin y al cabo, todo el mundo sabe lo que quiere. Ángel siempre me decía que la frase "me da igual" es una farsa y que en el fondo todo el mundo sabe qué quiere o qué no quiere. Yo también, si soy sincera conmigo misma.

El problema es la otra pregunta: ¿qué se debe hacer ahora, después de todo lo que ha pasado? El deber es racionalizar, usar la cabeza y pensar en frío. Analizar los puntos negativos y los obstáculos, algunos creo insalvables y tomar la decisión.

¿Cómo se puede responder a la segunda pregunta? ¿Alguien lo sabe? ¿Es posible, en verdad y a ciencia cierta, saberlo? ¿Se puede usar la objetividad cuando se tratan temas extremadamente subjetivos?¿Se pueden apartar los sentimientos que lo empapan todo?

Ahora tengo tiempo, más explicaciones y más entendimiento por mi parte. Ahora estoy más calmada después de soltar lo que tenía de rabia por un teléfono móvil. Y ahora estoy más perdida que nunca. ¿Cómo elegir entre las dos preguntas si sus respuestas son completamente opuestas? Tendría que ponerlas en una balanza...¿pero cómo se mide lo que de verdad se quiere? Quizá tenga tanto valor que no se pueda medir.

Encontré mi canción

Queridos todos:

He vuelto. Lo he hecho de la mejor manera que podía hacerlo, exactamente como mis comienzos aquí: en el mercadillo tan estupendo de Gard du Midi. Hacía tanto que no iba al mercadillo! Parece mentira.

Tras dormir unas cuantas horas (en realidad han sido tantas que las niñas estaban asustadas) me he obligado a mí misma a cumplir con una quedada retrasada ayer. Un amigo me ha sacado a beber cervezas y a hablar. Y de hecho, tengo pruebas de que pisé la calle.

Unas cuantas cervezas, unas patatas fritas y un rato frente al lago bajo el amparo de los sauces llorones. Ha sido muy bueno. Él venía a que olvidara y no se si ha acabado peor que yo hablando de lo que a él le toca. Menudos dos...con la tercera cerveza en la mano, hablando e intentando explicar cuando a veces las palabras no son suficientes...cada uno con lo que le toca aguantar de su propia situación...hemos llegado al momento depresivo y en cuanto nos hemos dado cuenta hemos cambiado de tema a algo más reconstituyente.

He encontrado mi canción de ahora. La que no voy a dejar de escuchar hasta que no la soporte oir más. Es mi canción de este momento.

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Ayer, antes de salir a volver a divertirme en lo que fue una noche en la que casi pierdo mis pulmones aplastados por mis costillas, Raquel me escribió algo fantástico. Me dijo que tenía que leer un fragmento La insoportable levedad del ser de Kundera. Aquí os dejo el mismo fragmento que ella me dejó. Es realmente genial y se merece un homenaje.

"La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas el hombre desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será. Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes. "

Han sido cuatro

Queridos todos:

Me han hecho falta cuatro días para darme cuenta de que soy gilipollas. Igual un número como el cuatro no suena a mucha cantidad, pero cuatro significa 96 y 5760 entonces sí. Las horas y minutos perdidos.

Cuando me he levantado esta mañana me encontraba bastante bien, tenía ganas de subir incluso la persiana y ver la luz entrar en la habitación. Mi ánimo se ha venido abajo en cuanto me he percatado del día de perros que hacía. Me he vuelto a meter en la cama y he pasado así todo el día.

Hoy he estado hablando con Sofía en nuestras especiales reuniones ilegales frente a un cenicero en mi habitación. La he dicho lo que pienso ahora. Al principio estaba muy mal ( y no digo muy mal como "tengo un mal día, que el mundo me deje dormir), después estaba enfadada con el mundo, después sentía incredulidad y tras eso no sentía, a secas. Ahora estoy calmada. Dice Sofía que ahora estoy "en paz". Me he dado cuenta de que yo no he hecho nada mal, que he actuado muy correctamente. Quizá demasiado. Tengo la conciencia tan tranquila ahora.

Me siento bien. Hasta hace horas no tenía ganas de nada. Tenía que ir por obligación moral a un cumpleaños en el que me emborracharán y me sacarán de fiesta para ahogar penas, sin ninguna gana. Ahora todo es diferente. Me equivoqué una vez más, ¿y qué?

Si tuviera que ahorrar a alguien pasar por una fase de oscuridad tan penosa, no lo haría. No soy mala persona. He descubierto que es necesario que cada uno se de cuenta con el tiempo que necesite de que nada merece la pena. No merece la pena una lágrima por ninguna persona que no haya hecho las cosas correctamente. Tampoco merece la pena la tristeza, la falta de una sonrisa, la risa (pensé que la había perdido), las ganas de comer...

He sido muy tonta. He sido muy ingenua. Yo siempre intento hacer las cosas bien, o correctamente (por supuesto, no siempre lo consigo) por mis principios. Creo que soy buena persona y no le deseo mal a nadie nunca. Intento dar a mi gente querida todo lo que tengo y les puedo ofrecer. Por ello, creo que no merezco un mail-aviso y una conversación vaga en explicaciones. Merezco a alguien que me mire a los ojos y me diga lo que me tenga que decir, al menos, necesito el valor y valentía de una llamada telefónica. Es por ello que no merezco estar más triste ni más tiempo perdido llorando.

No se si soy tan fuerte o es culpa del vino. Con media botella en el cuerpo uno siempre se siente mejor.

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