jueves, 30 de octubre de 2008

Desprevenida...

Queridos todos:
Siento no poder ampliar vuestro conocimiento sobre lo que es la vida de un Erasmus en Bruselas. Desde que he vuelto aquí no estoy haciendo vida a secas.
Desde mi oscura habitación, con la persiana bajada todo el día y con la luz de la pantalla, no se aprecian muy bien las cosas que estén ocurriendo en la capital belga. Perdonadme por ello, pero no dudéis que un día de estos volveré a subir la persiana y a ver la luz.
Finalmente perdí. Es eso que tiene el riesgo, que solo se puede ganar o perder. Yo perdí y de la peor forma en la que se puede hacer: cuando te pilla desprevenida. Cada golpe duele mucho más que si estás preparado para recibirlo. La cosa positiva que siempre hay que sacar es que de todo se aprende. Aunque en este caso, es posible que no haya aprendido para bien.
Como no me gustaría estar contando lo que ha pasado y os rogaría que dejarais los interrogatorios para otra vida, os confesaré lo que hasta hace unos pocos días podía ser increíble. A partir de ahora no penséis en mí como una pequeña niña relacionada con un niño. Ya no es así. Como todos comprenderéis, no quisiera hablar más del tema. El que no lo haya hablado conmigo ahora lo sabe y hasta que el tiempo me devuelva a mi "yo" no quisiera oír ni un sólo "lo siento". Sé que lo comprenderéis, no me gusta ser tan drástica pero es la única manera de ayudarme. Decididamente era la mejor para dos personas que ahora continúan su línea del camino.
El tiempo, la oscuridad y el chocolate solucionan cualquier problema. Y es una filosofía que hay que seguir de vez en cuando hasta que se vuelve a despertar.
.

4 comentarios:

Yoli dijo...

Eres una personita genial, y no hay nada más que decir

Me dijo...

El tiempo lo cura todo. A veces se necesita tiempo: tiempo para olvidar, para levantarse, para librarse de las amarras que nos encadenaban, para construir un nuevo camino o simplemente… para seguir caminando.
Y, ¿sabes qué me enseñó la experiencia? Que esa objetivo de olvidar, levantarse, librarse de las amarras, emprender un nuevo camino o, simplemente, caminar se hace menos doloroso contando con toda la gente que tienes.
Un beso enorme.

Unknown dijo...

Al menos tienes los chocolates Leonidas a mano, en esta ocasion merece la pena gastarse el dinero en ellos.
Y Brujas, lo cual hace que te siga envidiando.
Sé que no te anima, pero algún día lo hará.
PD: Y porque no tengo dinero para ir a verte, lo juro, que si no, ya tenía el billete.

Unknown dijo...

Vale, mientras cenaba he pensado que, aunque intentaba animarte, posiblemente te hayan dado ganas de matarme.
Lo que pasa es que la experiencia me dice que cualquier intento de animar es en vano, y que las ganas de asesinar a otros se ven incrementadas... Así que diré que no sé qué decir, sólo que aquí estoy.