No aprendo francés...pero aprendo salsa....

Queridos todos:

Realmente no es así, sí estoy aprendiendo francés a base de tener que intentar entenderlo en todas las clases y a base de fantásticas e interminables lecturas sobre la Estructura de los Mercados Financieros y la Integración Europea. Lo que sí es cierto es la segunda parte. Ayer me liaron para ir a probar una clase de salsa. Solo era probar y no era necesario pagar, por lo tanto, allí me fui.

Entre decenas de personas y en gimnasio enorme, se iban moviendo las caderas al ritmo de los pasos....un...deux...trois...quatre...cinq...six....sept...huit....y otra vez a empezar. Una hora y media que literalmente pasa volando y en la que no es necesario sudar. Esto se debe al frío que hace en el maldito gimnasio de la Universidad y a que el ejercicio no es excesivo siendo una clase para principiantes. Pasas más tiempo parado viendo lo que intenta hacer el profesor que llevándolo tú a cabo.

No penséis que esto solo es cosa de chicas, en absoluto. Había casi el mismo porcentaje de féminas que de super machos, quizá guiados por la idea de poder poner en práctica lo aprendido en la pista de baile de los pubs. Sin duda, verles es lo más divertido que te puedes encontrar allí. Salvando alguna excepción, había muchachos que el movimiento de cadera nunca lo han debido de poner en práctica, y al intentarlo resulta una mezcla entre hombre de hierro caminando borracho.

Fue tan divertido! Y lo mejor es cuando consigues que te salga uno de los pasos, es el momento cúspide de la sesión. A Joao (el small Joao, porque hay dos y al otro le llamamos High Joao) y a mí nos costó mucho que nos saliera uno de los pasos finales, pero eso sí, cuando lo conseguimos nos sentimos los reyes de la pista. Quizá de aquí acabemos siendo unos profesionales de la danza latina (Igual me equivoqué al elegir qué quería hacer para el resto de mi vida,jajaj)

Por la noche, lo pusimos en marcha en nuestro querido Ethnics, el pub que nos pilla a dos minutos de casa y donde todos los martes hay reunión Erasmus.

Hacía muucho tiempo, de hecho no recuerdo la última vez, que me subía a una plataforma a bailar viendo todas las pequeñas cabezas debajo en ese momento en el que te quieres tirar sobre ellas cual estrella de rock. Sin embargo, ayer fue una noche tan tan divertida y me lo pasé tan tan bien que así acabamos unos cuantos.

.

Y es que hay noches que lo pasas bien, normal, y hay otras para el recuerdo y sin ninguna razón especial. Simplemente se debe a que en ese momento lo estaba de verdad disfrutando. Aunque acabamos la noche High Joao, Miguel, Sofía y yo solos, bailando la música latina que no paran de poner en el pub, e intentando pasar de "gente extraña que no nos gustaba nada", fue una gran noche.

.