jueves, 2 de octubre de 2008

Estos estudiantes belgas...

Queridos todos:
Me dispongo a hablaros de lo que voy aprendiendo sobre los jóvenes nacionales con los que compartimos espacio universitario. Resulta que aquí la costumbre lleva a los belgas a hacer sólo una comida caliente al día: la cena. Por lo tanto, la comida la suelen hacer de bocadillo o algo en cualquier puesto que encuentren. Esto lleva a los estudiantes a que se dispongan a comer dentro de las clases con total tranquilidad. La profesora dando su discurso, y mientras, un montón de gente abriendo sus bocadillos y sus refrescos y comiendo tan ricamente. Una costumbre un tanto extraña que aquí no se entiende como falta de respeto, sino como necesidad. Y es que en la Universidad está instalada la cultura del non-stop. Las clases empiezan a darse a las 8 de la mañana y acaban a las 8 de la tarde ininterrumpidamente, sin una hora si quiera libre de clases para hacer el almuerzo. Al pobre que le tocan tres clases seguidas, tiene que hacer la comida sí o sí dentro del aula.
Yo no me termino de acostumbrar y prefiero comer antes o después (nunca me coinciden tantas clases seguidas para no poder hacerlo). Lo que me molesta es que el horario de la cafetería es de 12 a 14 horas, justo cuando los españoles querríamos empezar nuestro lunch. Pero, ¿qué le vamos a hacer?
Y pasando de la vida estudiantil belga a la vida Erasmus...creo que no soy de las personas que llevarán bien este ritmo. Me tocan demasiadas clases a las 8 de la mañana y estar saliendo día sí y día también es un tanto mortal. Anoche pude dormir dos horas antes de una clase intensa de prácticas de Econometría. Os podéis imaginar el estado en el que me encontraba en esos momentos...no coments.
Por mucho que mi responsabilidad me dijera que no debía ir a la fiesta, era ineludible. Una discoteca preparada para todos los estudiantes Erasmus que había revoloteando por Bruselas. ¿Cómo iba a faltar?
La discoteca estaba muy bien, bastante espaciosa aunque muuucho calor en su interior. La atracción principal estaba en un circulo giratorio muy grande que había en el centro de la pista. Era el lugar donde más concentrada estaba la gente girando sobre un eje toda la noche.
Esto llegó tras una sesión de cine a la que tuve que ir tras haber perdido una apuesta. Parecerá una buena penitencia, y en parte lo es, si no fuera porque la película tenía que ser en francés. No me enteré de mucho, pero afiné el oído y la vista lo más que pude. jajjaja.
Hoy continúan los eventos ineludibles. Es época de inauguración de casas y esta misma noche hay una a la que por lo menos debo ir un rato. Pronto habrá que volver para descansar y mañana madrugar para ir a recibir una demasiado esperada visita. Si estos días estoy desaparecida, excusarme, voy a gastar toodo mi tiempo concentrada en otra persona.
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