viernes, 31 de octubre de 2008

Sigo viva

Queridos todos:

Pensaba que aún sentiría mucho dolor y que lo seguiría sintiendo. Sin embargo, me he dado cuenta de que no siento nada o no se lo que siento. Quizá es un paso adelante. Ahora mismo me definiría la incredulidad y la sensación de tener muchas preguntas sin respuesta que no se si quiero que se me contesten algún día.

Es mi tercer día en la oscuridad de mi habitación, salvo por el momento en el que Sofía ha entrado con su buena fe y me ha obligado a ver la luz subiendo la persiana y diciendo que esto no podía ser. Estoy bien, esto sólo me está costando algo de peso y mucho cansancio.

Hoy he recibido los primeros contactos físicos con la humanidad. Mis dos pequeñas han venido a darme unos abrazos y a hablar. Últimamente las palabras que más oigo son "poco a poco", y eso hago. Aquí no se acaba ni mucho menos mi mundo, solo es un kit-kat.

Quería dar las gracias a todos por vuestras palabras y vuestros mails. Perdonadme si no os contesto a veces, pero no siempre me apetece hablar. Qué pena teneros tan lejos. Necesitaría una sesión de café en el centro de Madrid. También una buena borrachera...el alcohol...el mejor amigo del hombre. Para eso ya se me ha ofrecido aquí gente pero hasta ahora no me he decidido a vestirme y salir a la calle. No me apetece. Sólo me apetece dormir y estar bajo el agua calentita de la ducha. Soy tan feliz cuando estoy dormida, no os lo podéis imaginar.

Sigo escribiendo día a día por los que estén preocupados porque aún no he hablado con ellos y porque el otro día un amigo aquí, Javier, me animó a que nunca lo dejara. Dice que se ha enganchado a mi blog y que le encanta. En realidad no se cual de los dos blogs está leyendo, pero es igual. El escribir es lo único que me gusta hacer en el día a día. Podría pasar horas simplemente escribiendo aunque no siguiera ningún orden ni sentido como hoy.

He cambiado mi foto del nick porque no me siento identificada. Ahora mismo soy más este banco de un parque cualquiera. Le he prometido a Ángel que en cuanto volviese a sentirme identificada volvería a cambiar la foto. Hasta entonces, esta no es una mala fotografía.

1 comentarios:

Yoli dijo...

Es una foto preciosa. Refleja muy bien el otoño, además sabes qué??? El otoño es así, un día triste de lluvia y solitario... y otro sale el sol y levantas la persiana... porque la energía que te da el sol no la tiene nadie...jeje!!