Las cenas divertidas...

Queridos todos:

Los días aquí pasan entre clases, quedadas para comer, quedadas para cenar, quedadas para ir a tomar unas cervezas, fiestas Erasmus...Qué estrés! Si es que es imposible tener tiempo libre para ponerse con las prácticas y lecturas!

Ahora recuerdo cuando alguien recién llegado de su Erasmus por Holanda me dijo que lo difícil al volver a tu hogar es que necesitas estar con gente. Y es que aquí te pasas el día haciendo planes para verte. A todo el mundo aquí la veo mucho más que a cualquiera de mis amigos en Madrid. De ahí la intensidad de lo que se vive en un Erasmus, y de ahí el que siga pareciéndonos un Gran Hermano.

Hay planes para todo, y no solo para estar de juerga en cualquier bar. La otra noche, Sofía y yo aceptamos una invitación de divertida cena en casa de los niños portugueses. La noche podía haber acabado de cualquier manera a la que estamos acostumbrados, sin embargo, fue mucho mejor por lo sencilla y divertida que fue.

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No os explicaré quién es Mr. Hand, tampoco os contaré sobre qué trata su historia que para todos menos para Sofía era desconocida, no os relataré la extraña sensación que se te queda en el cuerpo después de ver el vídeo de este señor (no sabes si reír o empezar a sentir nauseas). Lo único que os voy a decir es que para terminar de ver el vídeo que teníamos ante nosotros nos tiramos como media hora cuando dura 30 segundos, que las risas rompían desde dentro en sonoras carcajadas, que después de visionar las 30 segundos de golpe y después de varias repeticiones no teníamos palabras. Aquel que quiera saber más tendrá que buscar en Internet, seguro que alguno ya conoce la tétrica historia de este señor.

Para terminar...a jugar a las cartas, y juegos portugueses nada más y nada menos.