Mezclando inglés, francés, portugués, italiano y español...

Así es como podría resumirse lo que ha sido la cena de esta noche. Como comensales dos portugueses, dos italianos y dos españoles en una terracita en la fría noche de Bruselas. Ha sido tan divertido! Pasando por diferentes temas se iban entremezclando las frases en uno y otro idioma y lo mejor de todo es que al final todos nos enterábamos.

La verdad que es toda una suerte vivir con mis compañera de piso, Sofía y Quiara, y poder hablar todo el día en inglés. Me va a venir que ni pintado. De hecho, ya lo estoy notando! ¿Quién sabe si volveré a Madrid trilingüe en febrero?

Pero dejando la cena de lado, y centrándome en relatar un resumen del día...hoy ha sido un nuevo día de ver pisos y de tareas del hogar. Ver más pisos ha sido por si acaso encontrábamos algo maravilloso (cosa que no ha ocurrido). Sin embargo, ya tengo lugar de residencia en Bruselas, la habitación en la que anoche dormí y de la que os hablé. Lo de las tareas del hogar ha sido porque ya que había decidido quedarme con la habitación, era necesario ir a hacer la compra y que esto comience a parecer una casa. Lo bueno es que ahí estaban Bengi y Ángel para ayudarme, por lo que nos hemos ido los tres a rellenar la nevera, comprar cosas para limpiar...

Por cierto, no tengo lavadora en la casa. Algo muy común aquí. Esto significa que como una yanki de película tendré que ir a la lavandería. Pero no os preocupéis! Justo he visto que tengo una en frente de la puerta de mi casa, así que...¿qué más se puede pedir? También tengo al lado un estupendo supermercado y un par de farmacias.

Mañana me voy a ir con Ángel a conocer Brujas por lo que, a mi pesar, me voy a dormir para poder mañana madrugar.