Y me quejaba de Madrid...

Queridos todos:

La realidad universitaria ha comenzado y lo ha hecho de forma dura y estresante.

Para empezar mi largo día me he dado cuenta de que el tranvía que cojo para ir a la Universidad me boicotea. Como a 3 o 4 paradas de mi lugar de destino (a las puerta del campus) me ha dejado tirada. "Vingt minutes" he oído por megafonía, y como otro día que ya nos ocurrió, me ha tocado ir andandito. Esto mismo es lo que me ha ocurrido por la tarde.Exactamente lo mismo. En un primer momento he empezado a pensar que el ir a la ULB me va a costar la salud y un cuerpo musculoso. Sin embargo, después he estado indagando en la razón por la cuál el tranvía me boicotea. La he encontrado, y no os la voy a contar porque es demasiado vergonzoso como para no haberme dado cuenta antes.

Ejem, ejem, cambiamos de tema. A las 8 y media de la mañana estaba yo agotada y como una loca buscando dónde narices tenía que hacer mi examen por fax hacia Madrid. Con mi chapucero francés he conseguido mi objetivo y he hecho un más chapucero examen de "Historia del Periodismo en España". Perfecto, comenzábamos bien el día.

A las 10 estaba yo ya en la calle de nuevo y sin saber qué hacer porque hasta la 1 de la tarde no tenía clase. Una clase a la cual no se si tengo que ir más. Por si no os lo he dicho, he tenido que cambiar todo mi plan de estudios porque aquí son muy majos y te dicen que una asignatura se imparte en el primer y segundo cuatrimestre, y no es cierto. Por lo tanto, ahora tengo muchas opciones en mi horario pero hasta que mi coordinadora no me diga a cuáles puedo ir yo me he propuesto ir a todas.

Me he ido a casa pensando que la buena mujer me hubiese contestado. Sin embargo, no ha ocurrido dicho acontecimiento. Más bien, me ha tocado comer a las 12 en 5 minutos y he salido volando a la Universidad. Ese ha sido el segundo momento de boicoteo de mi tranvía.

¿Cómo os podría explicar lo que he sentido en la primera clase en francés de mi vida? Creo que si os imagináis a un humano en la Galaxia III, rodeado de seres de color verde y con antenas, y comunicándose con sonidos imposibles de pronunciar por el resto de mortales me entenderéis.

Únicamente he conseguido coger como menos de la mitad de la clase. Estoy asustada. Menos mal que he encontrado una chica belga, que hablaba español gracias a un maravilloso Erasmus en Madrid, y me ha ayudado.

En la Carlos III siempre me he quejado de que 2 horas de clase de la misma asignatura es inaguantable. Bueno, pues hoy he tenido 4 horas de la misma puñetera asignatura y de teoría, nada de práctica para que sea más ameno.

Justo después me he propuesto como objetivo ir a plastificar mi tarjeta de estudiante. Aquí son un poco cutres y te dan un papelito que tienes que ir a plastificar en otro sitio. Sin embargo, ha sido objetivo no conseguido. Estaba cerrado, y de camino, he descubierto qué hacen los estudiantes antes, durante y después de las clases.

Los jóvenes borrachos, enloquecidos, gritando y cantando en medio de la calle con la bebida en la mano. Esto es lo que hacen en esas casetillas de colores, muy cerca del edificio de inscripciones. Y decían que Bruselas no tenía marcha!! Que se lo digan a los que aparecen en la foto!