Qué difícil es ser una princesa...

Queridos todos:

Hoy más que nunca me acuerdo de Ángel y su regalo. Esta preciosa imagen que contempláis viajó desde Madrid hasta Bruselas en la mochila de un señorito periodista deportivo. Con ello, él únicamente buscaba que en mis días grises tuviera un momento para recordar viejas conversaciones en alegres cenas. No recuerdo el número de veces que alguna de ellas pudimos mencionar la palabra "princesa". Es por ello la mejor frase de mi mundo: "Nadie dijo que fuera fácil ser una princesa".

Hoy, es un día gris. El cielo es gris, la lluvia no cesa ni un instante, mi planta está poniéndose gris y mi estado de ánimo es gris. Hace frío incluso en mi habitación. (Me pregunto cómo es posible que no pongan un poquito la calefacción. ) El caso es que hoy he necesitado mirar el marco de fotos para sacar una sonrisa.

No ocurrió lo mismo ayer en la cena de la secta Erasmus. Eso fue todo rodado y si tuviera que buscarle un color sería el granate. Granate por todo el vino que bebimos. Un vino horroroso con el que me pasé bebiendo unos pueblos. Sin embargo, recuerdo la noche de ayer como muy muy divertida a pesar de que no acabamos haciendo nada después de cenar. Nos valió la calle, las copas en la mano y las conversaciones. Cómo me gustan esas reuniones a pesar de que yo quería ir a bailar.jajjaja.